España dedica menos recursos por estudiante universitario que la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Según un estudio reciente, el gasto por alumno universitario en el país se sitúa aproximadamente un 19,5 % por debajo del promedio de la OCDE y cerca de un 14,5 % por debajo de la media de la Unión Europea, lo que refleja una brecha importante en la financiación de la educación superior en comparación con otros países desarrollados.
A nivel internacional, Luxemburgo, Estados Unidos, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Canadá y Noruega figuran entre los países que más invierten por estudiante universitario, con cifras muy superiores a las de España. Esta diferencia en la inversión pone de manifiesto los retos que enfrenta el sistema universitario español para equipararse a los estándares educativos internacionales.
Distribución de la financiación
El estudio también destaca diferencias en el modelo de financiación. En España, alrededor del 65,9 % del gasto en educación superior procede de fondos públicos, una proporción menor que la media observada en la Unión Europea, donde la financiación pública representa aproximadamente el 76 % del total.
El gasto por estudiante y la participación de las comunidades autónomas en la financiación de las universidades también muestran variaciones significativas en el territorio nacional.
Cantabria, la comunidad con mayor gasto por alumno
Entre las comunidades autónomas, Cantabria se sitúa como la región que más invierte por alumno universitario, superando los 10.000 euros por estudiante. Otras regiones con niveles elevados de inversión son La Rioja, País Vasco, Navarra y Comunidad Valenciana.
Por el contrario, Madrid presenta la menor financiación pública por alumno universitario, con cifras notablemente por debajo de la media estatal. En esta comunidad, las universidades públicas reciben más ingresos por tasas y precios públicos, lo que implica una mayor carga económica directa para las familias.
Evolución reciente del gasto
Entre 2015 y 2022, el gasto por alumno universitario en España aumentó apenas un 2,5 % en términos reales, una cifra claramente inferior al incremento promedio de los países de la OCDE y de la Unión Europea durante ese mismo periodo. Este crecimiento moderado refuerza la percepción de que la financiación de la educación superior en España ha avanzado a un ritmo más lento que en otros países desarrollados.
Estas cifras ponen de manifiesto los desafíos que enfrenta el sistema universitario español para mejorar la calidad y la competitividad internacional de su educación superior, así como las diferencias regionales que caracterizan la financiación universitaria en España.
